La presencia de plagas como ratas o cucarachas en lugares donde se producen, almacenan o comercializan los alimentos representa un gran riesgo para la salud de las personas, por tanto, existen varios aspectos a tener en cuenta para hacerle frente a las infestaciones en este sector.
La contaminación de alimentos o las superficies de trabajo a causa de la presencia de plagas no sólo puede provocar serias enfermedades sino también podría verse afectada la reputación del lugar y como caso de gravedad, podría ocasionar el cierre del establecimiento.
El control integrado de plagas está basado en buenas prácticas de limpieza, inspección y vigilancia, que van de la mano con mecanismos de control físicos y químicos.
El primer paso para combatir este tipo de plagas en el sector de la industria alimentaria es conocer el tipo de plaga con el que estamos tratando. En caso de roedores, es frecuente encontrar excremento de estos animales, manchas en las superficies y suelos, como orina o señas de grasa de la piel del animal, y también madera mordida, o papel troceado. Por otra parte, si se trata de cucarachas, se puede hallar excremento y fragmentos de su exoesqueleto, además de que estos insectos suelen regurgitar la comida, manchando así los materiales con este característico olor.
Luego de haber descubierto el problema, se considera de gran importancia, para este tipo de industrias, elegir una empresa proveedora de servicios de control de plagas, ya que las plagas representan riesgos importantes en salud pública, y las empresas dedicadas a la prestación de estos servicios cuentan con personal cualificado y con los registros y certificados necesarios para realizar este tipo de actividades.