➤ Aspersión:
La Fumigación mediante aspersión consiste en rociar a gran presión pequeñas gotas de insecticidas o plaguicidas por medio de un dispositivo, que gracias a un mecanismo de bombeo al vacío, disparara a través de una varilla permitiendo dirigirlo a los lugares exactos seccionados por el técnico fumigador, logrando introducirlo hasta los lugares más recónditos donde pueda esconderse la plaga.
➤ Nebulización:
Es una técnica que está recomendada tanto para exteriores comointeriores pero está prohibido su uso en el sector de la alimentación. Sin embargo, no se puede utilizar en entidades relacionadas con el mundo de la alimentación, ya que podría llegar a contaminar la comida.
Para esta técnica se utiliza un nebulizador que se rellena con insecticida y que permite controlar el tamaño de las gotas, rociando así partículas mucho más finas que forman una especie de nube fría, lo cual le confiere gran poder de penetración. Ideal para el control de insectos voladores.
➤ Termonebulización:
Es un proceso en el cual se dispersa un agente químico en forma de una niebla fina. Una característica a destacar es el tamaño de las gotas, que son menores a 10 micrones, de ahí que se forme una especie de niebla durante su uso. Es un tipo de fumigación que se emplea en zonas de difícil acceso o en puntos inaccesibles, espacios grandes techos altos, cuando con la nebulización no se puede llegar.
➤ Cebos:
Consiste en atraer a la plaga mediante un cebo alimentario que contiene insecticida o rodenticida. El insecto o roedor entra en contacto con el producto mediante el consumo de alimento. Esta técnica se utiliza sobre todo durante las desratizaciones o desinsectaciones.
➤ Pincelación:
Se utiliza en zonas muy específicas donde se sabe que pasa el insecto hacia zonas con alimentos. Lo que se hace es aplicar una laca insecticida con una brocha por esa zona de paso de los insectos.
➤ Trampas adhesivas:
Las trampas adhesivas son bastante comunes y consisten en una base pegajosa que atrae a insectos que una vez que entran en contacto quedan pegados a la superficie pegajosa. No contienen ningún tipo de insecticida y son desechables. Se pueden usar para diferentes tipos de insectos como hormigas, cucarachas, chinches, moscas, etc. No garantiza la eliminación de la plaga pero es un método de fácil aplicación y libre de insecticidas.
➤ Repelentes electrónicos:
Son unos dispositivos electrónicos que se conectan a la corriente eléctrica que no requieren de ningún producto químico. Producen ultrasonidos que ahuyentan a insectos y roedores del lugar en el que se encuentre conectado. Eso sí, no elimina las plagas.